miércoles, 9 de marzo de 2011

Vampirella Capitulo 3

Capitulo 3

Cloe no salía de su cuarto y no le contó a nadie lo que había visto esa noche. Pasaron dos meses y no había noticias sobre Jack. Por más que quiso no consiguió olvidarle y no sabía la razón, por una parte estaba alegre de no volver a verle nunca y por otra quería verle, quería estar con él, un día no pudo más y decidió ir a buscarle, estuvo gritando su nombre toda la mañana y toda la tarde, buscando en todos los rincones del bosque pero tampoco encontró nada.
Un día decidió ir con su madre para ir a buscar setas, actividad que no hacia después de los asesinatos y que la distraería, cuando la muchacha se lo dijo a Laura, su madre la dijo que no podía, que fuese sola y que tuviese cuidado, que los crímenes iban reduciéndose pero que nadie sabía que podía pasar.
Cloe salió de casa con una cesta para las setas y se dirigió al bosque, estaba empezando a recogerlas, cuando oyó un ruido a su espalda, no pudo girar la cabeza pues algo en ese momento la golpeó en la frente. Cayó inconsciente sin saber nada.
Despertó en el bosque, era de noche y empezó a sentir miedo, estaba a un lado de una gran hoguera y había alguien más con ella, una persona, no, eran dos, estaban discutiendo, se tranquilizó y empezó a escuchar.

-Marco, ¿Qué la has hecho?, EL nos manda a una misión y tú lo estropeas todo, como siempre.-Era una voz de mujer, más bien de una chiquilla.
-Tranquilízate, Claire, no la pasa nada, simplemente me he equivocado de persona, se parece tanto a Claudia.
-¿Sabes algo de Jack?-Dijo la voz masculina, la que respondía por nombre a Marco.
-No, ha desaparecido, se sabe que estuvo por este lugar antes de irse, tenemos que encontrar a la mujer. Tenemos que encontrarla, si no, no habrá futuro para nuestra raza, ni para la suya, si Claudia llega a conquistarlo todo, el mundo se verá en un gran peligro. Nada ni nadie podrá salvarlo, la ayuda será innecesaria, y no podremos hacer nada para reinstaurar el equilibrio.-Dijo la joven asustando a Cloe. Decidió levantarse y encararse a ellos.
Consiguió mantenerse de pie y mirar fijamente al pequeño grupo. Claire era pelirroja, llevaba un vestido gris que resaltaba con unos ojos azules bonitos, como si estuvieses mirando el cielo y Marco, llevaba un traje negro que resaltaba su espalda y hombros como un hombre, pero, que aparentaba más o menos la edad de Cloe, era moreno y tenía unos ojos verdes tan brillantes como las hojas que florecían en primavera, pertenecientes de los árboles.
-¿Quiénes sois?, ¡No me hagáis daño!- Intentó decirlo como si estuviese enfadada pero se le quebró la voz en el último instante.
-Tranquila, no queríamos hacerte daño, mi amigo te ha confundido con otra persona- Dijo la muchacha y se quedó un momento quieta, cuando reaccionó, la muchacha parecía reír pues si no se equivocaba esa chica a la que había golpeado Marco sería del pueblo y los podría ayudar a buscar a Jack o darles alguna pista de por donde había desaparecido.
-Oye chica-Empezó a decir Claire ilusionada, -Conoces a alguien que estuvo por aquí hace unos meses, es un chico, -Se apresuró a decir – Se llama Jack y ha desaparecido, necesitamos encontrarle, es rubio, alto y sus ojos... son negros.
-Pues claro que le conozco, desapareció hace unos dos meses, desde aquel día no se le ha vuelto a ver, mi padre y los demás vecinos del pueblo fueron a buscar por todo el bosque pero no encontraron nada, y ayer yo también salí a buscarle, pero, no obtuve resultados…- Cloe fue interrumpida por Marco.
-¡Cómo!, ¡Fuiste a buscarle tu sola! ¿Por qué harías eso?
-No... lo sé-.Cerró la boca, había dicho mucho más de lo que quería.
Claire y Marco se quedaron mirándose durante un buen rato, miraron a Cloe y volvieron a mirarse otra vez.
-¿Estamos pensando lo mismo, Claire?- Dijo el muchacho sonriendo.
-Sí, la hemos encontrado.
Cloe desconcertada quería hablar, pero no podía, estaba en shock, ¡y si aquellos chicos eran iguales que Jack! , no pudo pensar más, vio que se acercaban a ella, trató de correr pero esta vez no pudo, pues sin alguna razón ellos la habían alcanzado.
-¡Muchacha, no te asustes, somos amigos de Jack, él te lleva buscando un año! , ¿Qué ha pasado para que se hubiera marchado así, sin decir nada? Dijo el chico, pero calló porque estaba empezando a juntar las piezas.- ¡Este chico es tonto!- Se dio la vuelta y hizo el gesto de tirarse de los pelos, de repente se puso enfrente de Cloe, la miró fijamente a los ojos, se quedó mirando fijamente en esos preciosos ojos verdes y empezó a tener sueño, se sumió en la oscuridad.
-Marco ¡Que la has hecho!-Dijo Claire al borde de un ataque de nervios.
-Tranquila, Claire, solo la he dormido-Dijo Marco sin inmutarse-¿No te das cuenta del problema que tenemos?, ¡No se lo ha dicho!, ¡No le ha dicho lo que somos!- Y esta vez Marco sí que se puso histérico, pues no sabía qué hacer, todo le venía grande.
Se sentó al lado de la hoguera que habían improvisado hacía unas horas, para que la muchacha no tuviese frio.
-Claire, prepárate, dentro de unos minutos partimos hacia Askaria-Dijo Marco con el semblante sombrío.
La muchacha le miró asustada. Se quedó pensando y como no terminaba de descifrar lo que quería hacer su compañero de viaje, decidió preguntar.
-¿Askaria?, la ciudad de los ángeles caídos, dime, ¿Y qué haremos cuando lleguemos?-Preguntó la muchacha.-Se levantó enfurecida y se acercó a Marco-¡Estás loco!, ¿Quieres que nos maten?, sabes que allí hay seguidores de la oscuridad, aquellos que nos buscan sin cansancio, los malditos, personas que hicieron el juramento sagrado ¿y aun así quieres ir?
-Tenemos que ir, Claire y lo sabes tan bien como yo; tenemos que consultarlo con el Gran Sabio- Marco dándose prisa empezó a apagar la hoguera. Claire estaba pensando en otra solución, pero se dio cuenta de que no había otra opción, empezó a recoger sus cosas y las ató al caballo rápidamente. Se dio la vuelta, tenían un problema.
-Marco, ¿Qué hacemos con ella?- Dijo señalando a la muchacha.
-No podemos llevarla con nosotros, vendremos a por ella cuando tengamos más información, además la ciudad es peligrosa para los humanos y no quiero arriesgarme, la dejaremos aquí y cuando se levante pensará que ha sido un sueño-.

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